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Capítulo II: Hablando se entiende la gente
El Rúben (sí, con acento en la "u") me miró a los ojos y con voz temblorosa me dijo:
-Ahora que estamos solos...
(Debo reconocer que temía lo peor. Recordaba a George Michael con su máxima "en la vida hay que probar de todo" pero por suerte mi papel en esta novela no sería, al menos por ahora, tan "doloroso").
-... Dale, confesa. -siguió- Vos no sos bloguero no?
-Si, por qué no me crees? -pregunté.
-Es que un bloguero sabe lo que es un link.
-Pero yo sé lo que es un link.
-El maestro dice que no.
-Mira, el maestro ya me está ... -me contuve.
-Ojo lo que decis del maestro. No tenes idea. Su mente es brillante, es un visionario. El Julio Verne de Occidente...
-???
-Es el Peter Cetera de la cibernáutica.
-Peter Cetera? -dije sorprendido.
-El creador de "La gloria del amor". Un temazo!!!
-Claro, Cetera... ese debería ser un maestro. Je -dije poniendo algo de ácido a la charla para evitar la conciencia. Pero mi interlocutor era inmune.
-El maestro ve más allá! Cuando nosotros vamos él ya está de vuelta.
-Pero se perdió en el camino no?
-A lo que voy es que no te dejes llevar por la primera impresión -me dijo seriamente. -De entrada parece un tonto más pero no.
-Es un tonto especial? -pregunté.
-No, en la segunda impresión...
-Te lo confirma -completé la frase.
-El vió el negocio del siglo donde nadie lo había visto.
-A ver, como es esto de la compra-venta de blogs?
-Te explico primero lo de los links?
-Noooo. Ya se lo que es un link.
-Si. Quién no usó una tarjeta de débito no?
-?!?! -lo miré fijamente tratando de confirmar su ironía, su doble sentido, pero no, el tipo hablaba muy en serio.
-Que cosa! Por un momento creí que eras de la competencia -me dijo.
-Hay competencia en esto? -dije sorprendido.
-Ufffff... no sabes... Que le vamo' a hacer.. La web está dura. Los pibes de "cybermilanga" estan a full tratando de hacernos caer.
-Cybermilanga?
-Si, son nuestros más duros competidores en el mercado. De todos modos me di cuenta de que no eras de ellos porque no llevas el tatuaje de Goofy en el cuello.
Me quedé mudo. Todo era demasiado fuerte. La charla me resultaba muy dificil de digerir.
De fondo un mini-componente marca "SOMY" soltaba (a volumen de saturación) los acordes del potro cordobés homenajeando a Diego.
"...su sueño tenía una estrella
llena de gol y gambeta.
Y todo el pueblo gritó Maradó! Maradó!
nació la mano de Dios..."
Me tildé 2 segundos pensando en la canción, en el Diego. El Rúben lo debe haber notado.
-Ese si que es un ídolo indiscutido -me dijo.- Las cosas que hizo este genio no las va a igualar nadie!
-Si, es cierto, -reflexioné entrando en confianza- nadie puede negar que fue el mejor jugador del mundo.
-Quién? -increpó Ruben súbitamente- Noooo. Yo hablaba de Rodrigo, el más grande! El único.
-Ah.
-El otro es un negrito cabeza que vive hablando boludeces y aunque tenga millones sigue siendo un villero -agregó el Rúben mientras se introducía hasta la segunda falange un dedo engrasado en una fosa nasal.
-Vos desconfias de mi pero que hay de ustedes dos? -dije hartándome un poco de tanta locura.- Por qué llamas maestro a Alfredo? No es tu cuñado?
-No, no. Yo soy cuñado de él pero él no es mi cuñado -dijo mientras amasaba una bolita de moco.
-Ah bueno!
-En todo caso si de desconfiar se trata mi pregunta es por qué en el primer capítulo saludaste con un "Buen día" si eran como las 7 de la tarde.
-Ja. Eso es sólo un error argumental del post.
-Lo que?
-De todos modos estoy armando una Fe de Erratas para postear proximamente.
-Yo soy devoto del Gauchito Gil -me dijo con la mayor convicción posible- pero no te preocupes, no soy cerrado. Por mí creé lo que quieras.
De fondo además de Ro-ro-ro-dri-go se escuchaba un creciente murmullo fruto de la discusión que en el frente del local mantenían el maestro Alfredo y el tipo que les había vendido las PCs. En eso aparece Mónica, la cajera. Se acuerdan de ella? Ordinaria como diente de madera.
-Un matienzo? -me invitó acercándome un matecito de metal que tenía grabado "Recuerdo de Punta Lara".
Yo no tomo mate, aclaro, pero en circunstancias así algo siempre me lleva a aceptar. Será el temor de parecer desagradecido.
-Bueno -dije y le pegué un buen sorbo. El gusto era espantoso y tuve que hacer un esfuerzo monumental para no escupir.
-Que le pusiste? -dije perdiendo un poco la compostura.
-Son yuyitos del amor, no Rúben? -dijo sonriente y guiñandole un ojo a Rúben mientras de un codazo casi lo tira de la banqueta.
-Hacéme un favor, negra -dijo Rúben.
-Rúben! Está el muchacho -dijo pícaramente la piba.
-Vos sabes como me gusta ese CD de Rodrigo -aclaró- pero no puedo escuchar que pasa adelante con Alfredo. No me lo sacas un ratito?
-Ay, anoche no me pedías eso! -dijo entre risas Mónica.
Así me encontraba yo.
Al igual que el Goyco debatiendo con Sanfilipo sentía la voz de Bilardo que me decía "Vo' te tené que ir de ahi!".
La escena se estaba complicando. El tiempo pasaba. No sabía cuánto ofrecerían por mi blog. Tampoco sabía aún como funcionaba el negocio de compra-venta de blogs. Ni siquiera había podido conocer la opinión de ellos sobre el mio y lo que es peor aún no se que hacer con mis pilas.
[Mientras sigo leyendo el Best-Seller de Alberto Migré: "Como estirar y contraer un argumento flojo a voluntad" me despido de ustedes hasta el próximo episodio de
Pasión de Bloguilanes en este mismo bati-horario y por este mismo bati-canal.
Juntos... Siempre...]