"Look mummy, there's an aeroplane up in the sky"
Did you see the frightened ones?
Did you hear the falling bombs?
Did you ever wonder why we had to run for shelter
With the promise of a brave new world
Unfurled beneath a clear blue sky?
-"Goodbye Blue Sky", Pink Floyd
Did you see the frightened ones?
Did you hear the falling bombs?
Did you ever wonder why we had to run for shelter
With the promise of a brave new world
Unfurled beneath a clear blue sky?
-"Goodbye Blue Sky", Pink Floyd
-Compatriotas... -la cámara hizo un primerísimo plano del líder y éste prosiguió pausadamente- les aseguro que no toleraremos a los violentos.
Con la vista fija en la cámara continuó:
-Los violentos ya no estarán entre nosotros. Aborrecemos sus métodos, sus intolerantes pensamientos, su salvajismo, sus libertinas ideas pisoteando nuestros derechos... Dígame una cosa querido amigo... -hizo una pausa y, con un gesto mezcla de firmeza y amabilidad que sólo un político entrenado puede desplegar con tanta naturalidad, preguntó-: No le dan ganas, como a mí, de buscar la pala más ancha y agarrar a uno de estos violentos intolerantes y ponerle la cabeza contra el asfalto y descargar toda su incontenible furia purificadora a palazos? No le encantaría ver la desesperación en sus rostros mientras masa y líquido encefálico forman ríos en el suelo? No disfrutaría junto conmigo gritando desaforadamente mientras lleva a cabo ese rol de pacificador de las calles?
Intentó serenarse. Y concluyó:
-Los violentos deben ser exterminados ya, sin descanso, despiadadamente. Sólo así seremos el pueblo de paz que todos nos merecemos.
Con la vista fija en la cámara continuó:
-Los violentos ya no estarán entre nosotros. Aborrecemos sus métodos, sus intolerantes pensamientos, su salvajismo, sus libertinas ideas pisoteando nuestros derechos... Dígame una cosa querido amigo... -hizo una pausa y, con un gesto mezcla de firmeza y amabilidad que sólo un político entrenado puede desplegar con tanta naturalidad, preguntó-: No le dan ganas, como a mí, de buscar la pala más ancha y agarrar a uno de estos violentos intolerantes y ponerle la cabeza contra el asfalto y descargar toda su incontenible furia purificadora a palazos? No le encantaría ver la desesperación en sus rostros mientras masa y líquido encefálico forman ríos en el suelo? No disfrutaría junto conmigo gritando desaforadamente mientras lleva a cabo ese rol de pacificador de las calles?
Intentó serenarse. Y concluyó:
-Los violentos deben ser exterminados ya, sin descanso, despiadadamente. Sólo así seremos el pueblo de paz que todos nos merecemos.