She's a gun, now what you've done Beetlebum
- "Beetlebum", Blur
Con sus 42 años Miguel ya estaba un poco cansado de revolver las ofertas que encontrara en su camino en búsqueda de la mujer de su vida, de la futura madre de sus hijos. Pero claro, a fuerza de instinto y de no tener un plan alternativo él no claudicaba en su lucha e inspeccionaba las situaciones más insólitas para captar señales que le indiquen que el momento había llegado.
Algo de eso pareció sentir el domingo a la tarde en un hipermercado justo cuando ya se disponía a hacer la fila en la caja 18. Como era su costumbre recorrió varias hileras evaluando principalmente dos cosas para resolver la ecuación de su conveniencia: cantidad de gente/artículos en cada fila y belleza de la cajera. Sin embargo, esa lluviosa tarde de domingo, mientras el mundo sufre por el lunes que aún no llegó y las tasas de suicidio aumentan, Miguel sintió que el sol salía de nuevo con sus rayos de amor y que esta vez sí podía ser el momento tan esperado. Delante de él, esperando también su turno para pagar, una hermosa mujer parecía decirle que aún había esperanzas.
Su vista fue scaneándola de arriba abajo... era la mujer perfecta, pensó Miguel. Bella pero sencilla, delicada y simpática.
Enseguida le llegó a la admirada mujer el momento de ir ubicando las cosas en la cinta para ser cobradas y ahí fue cuando Miguel se percató de algo terrible.
-Esas galletas son horribles -se dijo. -Cómo pueder comer eso? Y esas velas aromatizadas? Un momento: lleva dos bolsitas de jabón en polvo pudiendo haber llevado una grande! Se hubiera ahorrado unos centavos, esta mujer no tiene criterio. Uhhh... lleva cajas de té frutales... son un asco! No entiendo... por qué llevar tantos rollos de cocina hoy, si mañana está la promo de 2x1?...
Y esos vinos? Aghhh... está claro que no entiende nada de vinos!
Miguel levantó la vista, la caja 17 acababa de abrir. Con un rápido movimiento se ubicó primero en esa fila aliviado de haberse librado de tan terrible mujer.