So ya
Thought ya
Might like to go to the show
To feel the warm thrill of confusion
That space cadet glow
Tell me is something eluding you, sunshine?
Is this not what you expected to see?
- "In The Flesh", Pink Floyd
Thought ya
Might like to go to the show
To feel the warm thrill of confusion
That space cadet glow
Tell me is something eluding you, sunshine?
Is this not what you expected to see?
- "In The Flesh", Pink Floyd
La banda se ve a si misma
El grupo, conformado por 4 jóvenes músicos autodidactas, estaba atravesando esa etapa de los sueños. Tiempo luminoso que inspira a seguir, imaginando con pasión la fama, el éxito, los estadios llenos y calculando como posible que una página de la historia del Rock mundial estuviera predestinada para ellos.
Se sentían que podían llegar muy lejos, que podían sonar mejor que muchos que estaban allá arriba. Sólo era cuestión de tiempo. De perfeccionarse y ensayar hasta el hartazgo, atentos a alguna señal de la Inspiración que les deje algún nuevo arreglo con el que mejorar los temas.
Hacía muy poco que en una sala de ensayos habían grabado en forma bastante precaria un par de temas que conformaban su primer demo, carta de presentación indispensable para que alguien les pudiera abrir alguna puerta.
De todos modos nunca estaban conformes con su propia música "enlatada" y sentían que su verdadero valor estaba en sus presentaciones en vivo.
Una tarde de octubre el cantante del grupo vió un afiche anunciando un show en un pub de la zona con un par de bandas entre las que figuraba "Aborigen Urbano". Así se hicieron llamar ellos desde sus comienzos.
Intrigado, al llegar a la casa, llamó por teléfono al bajista, al batero y al guitarrista en ese orden y resulta que ninguno de ellos sabía nada del asunto! Lógicamente ellos no tenían representante.
Sospecharon que tal vez todo se trataba de un lamentable error de los organizadores. Se los anunciaba en un evento al que nadie los había invitado.
En los más de 3 años que llevaban deambulando por el circuito "under" nunca les había sucedido algo así.
Sumidos en la intriga, los cuatro decidieron ir la noche en cuestión al pub. En las sombras notaron la presencia de algunos de sus seguidores: Camila, Nacho, Willy, Gra y Pity estaban allí alentando a su banda. Los músicos trataron de esconderse entre la gente, de no ser reconocidos.
En principio la situación les causó bastante gracia.
Finalmente la sangre se les heló al notar que la segunda banda que subió al escenario era ni más ni menos que "Aborigen Urbano"!
No habían sido víctimas de un robo de nombre! No. Eran ellos mismos!
Eran sus instrumentos, eran sus canciones, eran sus arreglos, sus gestos y sus pifiadas. Eran las exasperantes introducciones del cantante, relatando como fue que escribió tal o cual tema. Eran los efectos de la pedalera del guitarrista. Eran las muecas del baterista, sus señas, sus solos. Y eran las entradas a destiempo del bajista, excelente en los ensayos pero sin coordinación en el escenario, víctima como siempre del pánico escénico.
No había dudas. Eran ellos. Ellos mismos.
Y no sonaban tan bien como creían. No eran tan especiales, tan originales ni tan histriónicos en escena.
No se gustaron.
Ni siquiera podían ya entender por qué ese grupito de 10 o 15 enceguecidos fans los seguían a todos lados.
Salieron del pub desilusionados. Definitivamente ellos no eran la banda que ellos mismos esperaban ser.
Ya no se volvió a hacer mención al asunto.
Tampoco hizo falta una reunión para analizar como seguirían.
Sencillamente nunca más se volvieron a juntar para tocar.
A pesar de los insistentes pedidos de sus incondicionales seguidores si ya no había motivación no tenía sentido seguir.
Una pena. A mi me encantaban.
El grupo, conformado por 4 jóvenes músicos autodidactas, estaba atravesando esa etapa de los sueños. Tiempo luminoso que inspira a seguir, imaginando con pasión la fama, el éxito, los estadios llenos y calculando como posible que una página de la historia del Rock mundial estuviera predestinada para ellos.
Se sentían que podían llegar muy lejos, que podían sonar mejor que muchos que estaban allá arriba. Sólo era cuestión de tiempo. De perfeccionarse y ensayar hasta el hartazgo, atentos a alguna señal de la Inspiración que les deje algún nuevo arreglo con el que mejorar los temas.
Hacía muy poco que en una sala de ensayos habían grabado en forma bastante precaria un par de temas que conformaban su primer demo, carta de presentación indispensable para que alguien les pudiera abrir alguna puerta.
De todos modos nunca estaban conformes con su propia música "enlatada" y sentían que su verdadero valor estaba en sus presentaciones en vivo.
Una tarde de octubre el cantante del grupo vió un afiche anunciando un show en un pub de la zona con un par de bandas entre las que figuraba "Aborigen Urbano". Así se hicieron llamar ellos desde sus comienzos.
Intrigado, al llegar a la casa, llamó por teléfono al bajista, al batero y al guitarrista en ese orden y resulta que ninguno de ellos sabía nada del asunto! Lógicamente ellos no tenían representante.
Sospecharon que tal vez todo se trataba de un lamentable error de los organizadores. Se los anunciaba en un evento al que nadie los había invitado.
En los más de 3 años que llevaban deambulando por el circuito "under" nunca les había sucedido algo así.
Sumidos en la intriga, los cuatro decidieron ir la noche en cuestión al pub. En las sombras notaron la presencia de algunos de sus seguidores: Camila, Nacho, Willy, Gra y Pity estaban allí alentando a su banda. Los músicos trataron de esconderse entre la gente, de no ser reconocidos.
En principio la situación les causó bastante gracia.
Finalmente la sangre se les heló al notar que la segunda banda que subió al escenario era ni más ni menos que "Aborigen Urbano"!
No habían sido víctimas de un robo de nombre! No. Eran ellos mismos!
Eran sus instrumentos, eran sus canciones, eran sus arreglos, sus gestos y sus pifiadas. Eran las exasperantes introducciones del cantante, relatando como fue que escribió tal o cual tema. Eran los efectos de la pedalera del guitarrista. Eran las muecas del baterista, sus señas, sus solos. Y eran las entradas a destiempo del bajista, excelente en los ensayos pero sin coordinación en el escenario, víctima como siempre del pánico escénico.
No había dudas. Eran ellos. Ellos mismos.
Y no sonaban tan bien como creían. No eran tan especiales, tan originales ni tan histriónicos en escena.
No se gustaron.
Ni siquiera podían ya entender por qué ese grupito de 10 o 15 enceguecidos fans los seguían a todos lados.
Salieron del pub desilusionados. Definitivamente ellos no eran la banda que ellos mismos esperaban ser.
Ya no se volvió a hacer mención al asunto.
Tampoco hizo falta una reunión para analizar como seguirían.
Sencillamente nunca más se volvieron a juntar para tocar.
A pesar de los insistentes pedidos de sus incondicionales seguidores si ya no había motivación no tenía sentido seguir.
Una pena. A mi me encantaban.