Something takes a part of me
Something lost and never seen
Everytime I start to believe
Something's raped and taken from me...from me
- Korn, "Freak on a Leash"
Something lost and never seen
Everytime I start to believe
Something's raped and taken from me...from me
- Korn, "Freak on a Leash"
Inteligente y de contundente mensaje, el best-seller "El Código Da Silva" del controvertido escritor Fabricio Gonzalves sorprende por su relato desafiante.
En sus más de 400 páginas y -basándose en reveladoras y arbitrarias interpretaciones de la obra del archiconocido herrero Augusto Da Silva- abre un debate interminable acerca de la veracidad del -hasta ahora nunca cuestionado- talento innato de Dyango, el célebre canta autor hispanoparlante.
Fabricio Gonzalves, oportunista escritor del libro, sostiene en su obra que los trabajos de herrería realizados por el extinto Don Augusto Da Silva (trabajos que aún pueden verse en las rejas en los frentes de muchas viviendas del barrio de Barracas) esconden secretos maravillosos acerca de la vida del genial Dyango.
A modo de ejemplo, el capítulo III describe con lujo de detalles los "firuletes" y terminaciones de las rejas de la casona sita en Cremallera al 600. Partiendo del examen visual de ese frente, el autor pone en duda de manera incontrastable la virilidad del ídolo español concluyendo que en su temprana adolescencia se vestía en la intimidad con la ropa interior de una de sus hermanas para excitarse.
Ya en el capítulo VI, uno de los de mayor repercusión, se explica el extraño caso de la casa de Yulbriner al 300.
La familia Roggero, dueños de un P.H. y víctimas de varios atracos, jamás imaginó que encargarle unas rejas a don Augusto hace más de 15 años tendría tan sorprendentes derivaciones.
Lo de Da Silva en un primer momento fue interpretado como un trabajo muy mal hecho (las rejas no eran paralelas, su grosor era desparejo, del lado izquierdo había quedado mucho más alta, etc.) lo que motivó algunas peleas y el no pago ni de materiales ni de mano de obra, con el consiguiente perjuicio del visionario herrero.
Con la pùblicación del libro y la mención del trabajo de Da Silva el lugar se ha convertido en un impostergable punto de atracción turístico-cultural. La interpretación del diseño en este caso nos sugiere que Dyango hizo playback al grabar su primer álbum en 1975 para el sello EMI. Asombroso no?
En el último capítulo, llamado "Sacálo que lo peleamos", después de haber destrozado la intachable imagen del Maestro de la canción y no conforme con eso, el Código Da Silva esboza una feroz crítica al Roncus Vox, la institución con base en Roma que más defiende los aspectos sobrenaturales de la voz del célebre artista ibérico.
En un comunicado de prensa, la honorable institución apeló a la fe de los fanáticos de Dyango convocándolos a una guerra santa musical para no solamente prohibir la difusión de la obra sino también secuestrar, torturar por deshojamiento, salivar e incinerar a cada ejemplar que se resista a abandonar las vidrieras de las librerías.
En sus más de 400 páginas y -basándose en reveladoras y arbitrarias interpretaciones de la obra del archiconocido herrero Augusto Da Silva- abre un debate interminable acerca de la veracidad del -hasta ahora nunca cuestionado- talento innato de Dyango, el célebre canta autor hispanoparlante.
Fabricio Gonzalves, oportunista escritor del libro, sostiene en su obra que los trabajos de herrería realizados por el extinto Don Augusto Da Silva (trabajos que aún pueden verse en las rejas en los frentes de muchas viviendas del barrio de Barracas) esconden secretos maravillosos acerca de la vida del genial Dyango.
A modo de ejemplo, el capítulo III describe con lujo de detalles los "firuletes" y terminaciones de las rejas de la casona sita en Cremallera al 600. Partiendo del examen visual de ese frente, el autor pone en duda de manera incontrastable la virilidad del ídolo español concluyendo que en su temprana adolescencia se vestía en la intimidad con la ropa interior de una de sus hermanas para excitarse.
Ya en el capítulo VI, uno de los de mayor repercusión, se explica el extraño caso de la casa de Yulbriner al 300.
La familia Roggero, dueños de un P.H. y víctimas de varios atracos, jamás imaginó que encargarle unas rejas a don Augusto hace más de 15 años tendría tan sorprendentes derivaciones.
Lo de Da Silva en un primer momento fue interpretado como un trabajo muy mal hecho (las rejas no eran paralelas, su grosor era desparejo, del lado izquierdo había quedado mucho más alta, etc.) lo que motivó algunas peleas y el no pago ni de materiales ni de mano de obra, con el consiguiente perjuicio del visionario herrero.
Con la pùblicación del libro y la mención del trabajo de Da Silva el lugar se ha convertido en un impostergable punto de atracción turístico-cultural. La interpretación del diseño en este caso nos sugiere que Dyango hizo playback al grabar su primer álbum en 1975 para el sello EMI. Asombroso no?
En el último capítulo, llamado "Sacálo que lo peleamos", después de haber destrozado la intachable imagen del Maestro de la canción y no conforme con eso, el Código Da Silva esboza una feroz crítica al Roncus Vox, la institución con base en Roma que más defiende los aspectos sobrenaturales de la voz del célebre artista ibérico.
En un comunicado de prensa, la honorable institución apeló a la fe de los fanáticos de Dyango convocándolos a una guerra santa musical para no solamente prohibir la difusión de la obra sino también secuestrar, torturar por deshojamiento, salivar e incinerar a cada ejemplar que se resista a abandonar las vidrieras de las librerías.