- Realmente estoy podrido!!! Creéme, esto es insoportable!!! -gritó Francisco.
Amelia se colgó su cartera en el brazo izquierdo y levantó una pesada valija con la mano derecha.
-Sí, sí, ya sé que estás podrido, no hace falta que lo menciones -dijo ella mientras abría la puerta de calle - Chau... y suerte.
Tras el portazo Francisco se quedó sólo. Su situación era más que preocupante.
En la vereda de la calle Posadas los vecinos se iban agolpando en torno a un patrullero que acababa de llegar. Algunos notablemente enfurecidos amenazaban con incendiar la vivienda si no sacaban de allí a Francisco, portador del olor más nauseabundo que una fosa nasal pueda imaginar.
5 comentarios:
ufa.
jaja, podría ser un chiste de Liniers si lo hicieran gráfico, jeje
"por el olor parece muerto" buuuaaaajajajaja
Pobre Francisco...pero menos mal que no es mi vecino.
microcosmos: Que esperabas? Algo genial?
nene tonto: No hay formato multimedia que soporte los olores. Hay que ir personalmente a la calle Posadas y "sentirlo".
mausi: Algunos lo quieren ver muerto.
mhi: Compasiva sólo a la distancia no?
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