Frenos

Sometimes I feel I've got to
Run away I've got to
Get away
From the pain you drive into the heart of me
The love we share
Seems to go nowhere
And I've lost my light
For I toss and turn I can't sleep at night
- "Tainted love", Soft Cell

Mientras los asustados pasajeros del subte nos reponíamos del impacto, las fuerzas de seguridad apostadas en el andén se habían trasladado hasta el lugar del incidente y se aprestaban a detener al causante del terrible inconveniente.
Ignacio Fellinacci, un joven de alrededor de 30 años, había accionado una palanca de frenos de emergencia ubicada en el 4to. vagón de la formación en la que viajabamos. El subterráneo iba muy lleno -eran las 18:40- y la frenada fue tan brusca que muchos cayeron al piso y se oían gritos de dolor entre algunos que no podían incorporarse.
-Ahora nos vas a tener que explicar en la seccional- le dijo un oficial mientras lo esposaba.- Y más vale que tengas una buena excusa eh!
El rostro totalmente pálido y desencajado del joven evidenciaba un fuerte estado de shock. De fondo podía oirse el clamor de muchos pidiendo un médico o una ambulancia.
-No puedo más! -dijo quebrándose. Levantó la vista y pudimos ver que estaba llorando.- Mi vida es un desastre! Me siento muy mal, mi cabeza va a mil. Estoy hundido en un pantano del que no puedo salir!!!
-Bueno bueno, cálmese joven-le dijo alguien que llevaba una linterna.
Ignacio, con la mirada perdida en la nada, recordó perfectamente el momento. Su desesperación, su angustia, sus pesadas cargas. Recordó haber observado detenidamente una llamativa palanca que iba acompañada del letrero:

FRENOS DE EMERGENCIA
Su uso injustificado será penado por la ley

-Y digame señor! Qué tiene que ver todo esto que nos dice con lo que acaba de hacer? -le preguntó un policía de muy mal modo.
-No entiende??? No puedo seguir más!!! Necesitaba parar, detener toda la locura de mi cabeza!!! En ningún lugar aclara que los frenos eran para el vagón!