Lo suficientemente invisible como para pasar inadvertido;
lo suficientemente visible como para no tener donde esconderme

11 jul 2008

Café "El reflejo"

And the beast with many heads
and the arms rolling steamrollers
- Björk, "Earth Intruders"

El haber elegido al Café "El reflejo" como lugar de encuentro simplemente respondía al hecho de que aparecía como un punto medio entre nuestros lugares de trabajo. La propuesta laboral en la que Adrián y yo estabamos a punto de involucrarnos nos unía en un entusiasmo propio de las cosas cuando recién comienzan.
Nos ubicamos en una mesa cerca de la ventana y de frente -a unos 8 metros- del gigantesco espejo antiguo tan característico de ese lugar y a partir del cual había surgido el nombre del bar.
Apenas nos sentamos Adrián se quedó estupefacto mirando el espejo.
-Qué pasa? -pregunté al ver que no reaccionaba.
-No entiendo... ese no soy yo! Mirá... la cabeza totalmente calva, el sobretodo negro...
Adrían lentamente se puso de pié.
-De qué hablas? -le pregunté mientras repetidamente lo miraba a él y a su imagen en el espejo. Adrián era un tipo delgado, de cabello enrulado, piel bastante oscura y ojos negros. El espejo -salvo por alguna ondulación que lo distorsionaba un poco- lo mostraba fielmente.
Extrañamente él insistía en que esto no era así.
Se fue acercando al cristal con una expresión de espanto que me preocupaba.
-No entiendo.... por qué me veo así?
Yo no sabía que decirle.
-Mirá... -insistió- sin pelo... -y se pasaba la mano derecha por sus frondosos rulos-... esos labios finitos... esa nariz... No soy yo!
-Pará -le dije-. Vení, sentate y tranquilizate un poco.
-Pasa algo señor? -me preguntó un mozo interponiéndose entre mi amigo y el espejo.
-No, no... en realidad no sé. Mi amigo... no sé qué le pasa -dije intentando quitarle seriedad al asunto.
Pero me llamó la atención la gravedad con la que el mozo se tomó el asunto.
Luego de interiorizarse con Adrián acerca de los detalles de lo que él creía ver reflejado en el espejo le dijo:
-Por favor tome asiento y no se mueva de acá. La casa lo invita... y a su amigo también -dijo mirándome- a tomar algo sin cargo. Yo llamaré al servicio de emergencias para que por lo menos le tomen la presión.
-Gracias -dije sorprendido por tanta amabilidad. Y, tras asegurarme que Adrián se había calmado, decidí que era momento de hacer una escala técnica.
En mi camino de vuelta del baño me detuve a escuchar al mozo en el teléfono, no solicitando alguien de emergencias médicas sino diciendo con voz temblorosa:
-La señal... estoy seguro, la descripción encaja con lo que esperabamos... Estoy seguro, sí, el día ha llegado...
Después todo sucedió muy rápido. Adrián no me respondía y seguía mirandose en el espejo absorto.
A los pocos minutos irrumpió un grupo de alrededor de 10 personas vestidos de traje todos de manera similar y uno de ellos anunció:
- Por favor todo el mundo afuera! Tomen sus pertenencias y retirense que este es un procedimiento policial. No se preocupen por la cuenta , vayan todos tranquilos... Circulen circulen!
- Vamos Adrián! -dije sacudiendo su brazo derecho para que reaccione.
- Usted retirese, el caballero se queda con nosotros -me dijo un hombre corpulento que llevaba unos papeles y un handy en una de sus manos.
Una vez que salió la gente se cerraron las puertas del lugar y me quedé afuera esperando más de dos horas.
Nadie salió ni entró. Era evidente que usaron otra puerta y no la del frente.
Esa fue la última vez que ví a Adrián. Jamás contestó su celular ni volvió a su casa.
Ese día el café cerró definitivamente y jamás volví a ver a ninguno de los mozos que solían atender allí.

4 comentarios:

So dijo...

Ups... me trae reminiscencias de épocas negras de nuestro país.

Pero también, y yendo para el lado de la fantasía, pues tiene un toque de "Matrix" no?. ;-D

Besos

Principito dijo...

Es un relato fantástico simplemente pero claro... en este país tan fantástico suele recordarnos otras cosas muy reales y tenebrosas.

Anónimo dijo...

Un relato fantástico y un fantástico relato. Me hace pensar en las consecuencias de no reconocerse antes que los demás. Muy bueno!

Principito dijo...

duke: Interesantísima reflexión.