Yes, I am waiting
In silence throne
To fill the meetings
To strike me down
No more a reason
Than God above
Let your curses run
Yes, I am waiting
For your love
- "Waiting", Smashing Pumpkins
In silence throne
To fill the meetings
To strike me down
No more a reason
Than God above
Let your curses run
Yes, I am waiting
For your love
- "Waiting", Smashing Pumpkins
Destilando amor.
En cada palabra, en cada gesto, a cada instante, en cada impulso frente a ella. En cada movimiento, en cada mirada. Sabiendo de lo efímero, consciente de la proximidad del final.
Aprovechando cada segundo desde el alma.
Desperdiciando cada segundo desde el silencio forzado.
Deseando poder revertir las cosas. O detenerlas. Sin poder aferrarse, sin poder soltarse.
Caminando sobre una delgada frontera que la razón nunca pisó, en la que -él no lo creía posible- se unen la alegría y el dolor, el placer y el deseo inquietante, el amor y la Nada.
Viviendo cada encuentro seguro de que ya no queda tiempo. Es que, a quién le queda?
Pero en él, esa urgencia es certeza del final.
Y esta Sed extrema encuentra el pie de un Gigante bloqueando la entrada, impidiéndole el paso. Y así sus alas caen enterradas en el lodo, su grito suena mudo, ahogado en el vacío.
Quizás por esta vez el milagro esperado no sea el Amor, sino el Olvido.
En cada palabra, en cada gesto, a cada instante, en cada impulso frente a ella. En cada movimiento, en cada mirada. Sabiendo de lo efímero, consciente de la proximidad del final.
Aprovechando cada segundo desde el alma.
Desperdiciando cada segundo desde el silencio forzado.
Deseando poder revertir las cosas. O detenerlas. Sin poder aferrarse, sin poder soltarse.
Caminando sobre una delgada frontera que la razón nunca pisó, en la que -él no lo creía posible- se unen la alegría y el dolor, el placer y el deseo inquietante, el amor y la Nada.
Viviendo cada encuentro seguro de que ya no queda tiempo. Es que, a quién le queda?
Pero en él, esa urgencia es certeza del final.
Y esta Sed extrema encuentra el pie de un Gigante bloqueando la entrada, impidiéndole el paso. Y así sus alas caen enterradas en el lodo, su grito suena mudo, ahogado en el vacío.
Quizás por esta vez el milagro esperado no sea el Amor, sino el Olvido.
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